En lo que va del mes, ha quedado claro para la mayoría de los mexicanos, que hay dos formas de concebir la forma de gobernar: los que quieren que se siga aplicando el sistema globalista, que beneficias a las minorías, donde el estado no supervisa ni controla nada y se convierte en un estado al servicio de un grupo oligárquico, nacional que está al servicio de empresas extranjeras y estas a su ves controladas por los fondos de inversión.
Esta forma de gobernar se desarrolla en medio de la corrupción, el robo, la simulación; repitiendo en campañas mediáticas, noticias falsas, como fundamento de engañar y propicios golpes de estado.
Las estructuras políticas del estado fueron condicionadas, a ser ineficientes y a participar en la corrupción.
Durante casi un siglo, un partido hegemónico, cancelo la democracia y dio forma a una clase política parasitaria, formada por políticos nombrados en elecciones ,usando la imposición; a lideres charros de sindicatos de papel, extorsionando a los trabajadores; a una casta de la cultura, selectiva y cerrada, un periodismo vendido a los gobiernos en turno; a funcionarios de compañías del estado manejadas como privadas; la creación de pocos negociantes y amigos que se hicieron del control de la banca, de las compañías del gobierno como: Fertimex, Siderúrgica Lázaro Cárdenas, Altos Hornos de México, teléfonos de México; vendieron a los extranjeros Ferrocarriles de México, intervinieron a Pemex, robando combustibles y financiando campañas políticas, destrozaron a la CFE; en suma dañaron el destino de nuestro país destrozando su economía.
Los resultados para la mayoría, fue la pobreza, la miseria, la migración, la represión y la muerte.
El grupo nacional y extranjero se privilegio con esta forma de gobernar y ahora sin mascaras ni simulaciones se han mostrado como enemigos de la cuarta trasformación.
El INE que es un bastión de estos, estuvo en contra de la revocación de mandato, pero no le surtieron sus artimañas y el resultado arrojo que el 95% de la población apoya al actual gobierno
El maridaje contra natura del PRI, el PAN y el PRD, al servicio del sector privado más conservador, manipularon con la asesoría de elementos extranjeros, en la cámara de diputados y en la cámara de senadores, su votación de forma negativa a la reforma eléctrica; apoyando a las compañías extranjeras para que se mantengas robando a México.
Aun con toda esta campaña y las presiones internacionales, el gobierno de AMLO les proporciono rotunas victorias; con la constitucionalidad de la reforma eléctrica decretada por la suprema corte de justicia de la nación. Y para cerrar; rescato con su reforma al Litio, la propiedad de este material estratégico, que le servirá a las generaciones futuras, cuando los hidrocarburos dejen se ser la energía que mueve al mundo.
Tenemos la mayoría de los mexicanos que estas alertas; ahora van contra el tren maya como lo hicieron con el aeropuerto Felipe Ángeles. Encontraran a un pueblo unido en la defensa de su actual gobierno.
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